domingo, 30 de marzo de 2008

LECTURA2

CULTURA MEDIÁTICA Y PODER MUNDIAL
Denis de Moraes

Gracias a la capacidad de transmisión de las nuevas tecnologías digitales, a la optimización de infraestructuras de los sectores de medios, telecomunicaciones e informática; a las conexiones entre los variados sistemas de transmisión en redes compartidas; y a la generación de contenidos digitales capaces de abastecer los nuevos canales de distribución surgidos con las nuevas tecnologías sufrimos un cambio del paradigma comunicacional.

En una descripción de la revolución en materia de medios y de los fenómenos que trae consigo el surgimiento de nuevas tecnologías, Denis de Moraes nos ofrece un panorama de los cambios surgidos al viejo orden comunicacional, que ha sido transformado por el modelo neoliberalista para perseguir la máxima audiencia dentro de una guerra de imágenes que busca apoderarse de los soportes de difusión.

Dentro de este contexto de aumento de tecnología comunicacional existe una segmentación de mercado que aumenta con la variedad de servicios ofrecidos por los distintos soportes, esta segmentación obliga a producir nuevos contenidos que sean capaces de satisfacer la cantidad de nuevos canales que se van creando, no obstante el cubrir la gigantesca demanda de contenidos es tarea de empresas que diseñen las mejores estrategias para la captación del consumidor.

Éstos gigantes industriales establecidos en distintos puntos del mundo tienden a elaborar holdings, que se destaca como polo de planeamiento y decisión al cual se remiten las estrategias locales, nacionales y regionales dedicadas a abstraer ciertas particularidades socioculturales de los países donde operan, lo que permitirá incorporar a la compañía demandas o preferencias locales y con ello aumentar la predisposición al consumo y a la fidelidad de las marcas.

Esta estrategia tiene una cara distinta ya que si bien las compañías aceptan predicados regionales nunca renuncian la idea de hacer programas modelo, cabe señalar que para lograr objetivos a nombre de la corporación en cada uno de ellos es necesaria una red de comando a distancia.

En este contexto de cerrada competitividad los problemas sociales tales como los indicadores de miseria, desempleo estructural y desigualdades sociales son ignorados por las grandes compañías que tienen el control. En el caso de los medios globales son solo 20 conglomerados, mismos que dirigen dos tercios de las informaciones y de los contenidos y de los contenidos culturales disponibles en el planeta y que emplean solo al 1% de la población mundial y que prescinden de las precarias condiciones sociales en que éstos se encuentren.

Las demás empresas están obligadas a gravitar en torno de la economía de escala de las coporoaciones y precisan demostrar productivdad, agilidad y creatividad para sobrevivir, lo que limita la competencia efectiva a un número reducido de superempresas. Esta concentración de capital alcanza su meseta máxima cuando las corporaciones optan por fusiones, que tienen como objetivo garantizar la rentabilidad perdida en coyunturas de crisis económica.

El ejemplo que a nosotros nos concierne es del ramo editorial, que es controlado por diez mega firmas: Bertelsmann, Time Warner, Viacom, News, Pearson, Hachette, McGraw-Hill, Reed Elsevier, Wolters Kluver, Thomson y Rizzoli-Corriere Della Sera. Este fenómeno es explicado por Fredric Jameson como la transformación de la cutlrua en economía y de la economía en cultura, es decir, ésta última se torna en un componente esencial en la lubricación del sistema económico dominante.

Este fenómeno se traduce en la concentración de medios, misma que se consolidó por la liberalización mundial que favorece a las corporaciones estadounidenses, lo que impide en todos los ámbitos un desarrollo equilibrado y estable de las redes de información.

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