domingo, 20 de abril de 2008

CORRECCIÓN DEL MANUSCRITO

Una vez que se ha acordado la publicación del texto se cargará con la segunda responsabilidad: la corrección del manuscrito y su preparación para el tipógrafo. Ésta ayudará a presentar las ideas del autor de manera nítida, ordenada y eficaz, marcando las instrucciones para el tipógrafo en la simbología más usada por las editoriales del lugar donde éste se encuentre.
¿Quién es el corrector?
Es el empleado familiarizado con todos los detalles de producción de libros, él maneja las relaciones con el autor, traductor, editor, tipógrafo, etc.
Es deber del corrector detectar las fallas en el texto del autor, ya que por mantener una posición más alejada de la obra puede tener una visión más objetiva de la misma, muy pocos autores logran detectar sus errores en este

Legibilidad: El texto debe estar claro para que el tipógrafo entienda lo que el autor quiere decir y no pierda tiempo deteniéndose a averiguar el significado de los caracteres ya que por obvias razones el costo aumenta. En el caso de que el autor entregue un texto en pésimas condiciones se le regresará para que haga las correcciones necesarias. De la misma forma, si el texto es entregado en un idioma cuyos caracteres superen la cifra que es conveniente para el tipógrafo, será necesario traducirlo. Cabe señalar que es necesario tener copias del texto original en dado caso de que se extravíe.
Unificación: Con el mismo objetivo (dejar el texto claro para el tipógrafo) el corrector debe cuidar que el texto esté unificado para su posterior revisión. Si existen dos formas de escribir una palabra, aunque ambas estén certificadas por la Real Academia de la lengua Española es necesario aclarar de qué diccionario fue tomada la terminología (si es que existen más de dos diccionarios reconocidos para esa lengua, ejemplo: Oxford Dictionary, Heritage, etc.
Ortografía : Se deben corregir los múltiples errores de un manuscrito, este trabajo incluye diferenciar entre términos en un mismo idioma, de formas plurales o formas con sufijos.
Transliteración: Existe un dilema en lo que concierne a la transliteración de los signos de idioma a otro, este es el mayor problema en las relaciones culturales de los editores y que es acrecentado por la pequeña cantidad de diccionarios bilingües confiables.
Puntuación: Es responsabilidad del corrector entregar un texto con una puntuación aceptable que haga más claro el texto, aunque existan reglas para este aspecto, predomina el gusto personal siempre que sea coherente con las ideas del autor.
Abreviaturas: Mismo criterio que puntuación.
Formas alternativas: Cuando se presenten múltiples variantes.
Gramática: La única regla es seguir los lineamientos del buen gusto y la preparación, mejorar la gramática sin alterar el estilo (uno de los mayores retos de los correctores) por lo que debe manejar muy bien la gramática y la diplomacia.
Veracidad de la información: El corrector puede detectar ciertos errores en el manuscrito, para esto debe tener referentes sobre diversos temas y poder corroborar la información
Propiedad y legalidad: Otra obligación del corrector es identificar cualquier cosa en el manuscrito que pueda infringir las leyes nacionales o esté en contra de la política de la empresa , la decencia y la propiedad, estas normas son diferentes para cada país y el corrector tiene un compromiso con ellas.
Detalles de producción: Es responsabilidad del corrector revisar que todas las partes del manuscrito estén completas, esto casi nunca lo cumple el autor. Otro requisito es anotar el tipo de letra, los espacios, etc, para el diseñador.
Mucho se habla de las herramientas que usa el corrector, no obstante sus armas más importantes son el conocimiento de los manuscritos, su inteligencia, imaginación, y conocimiento de otros idiomas. Si se habla de objetos físicos es necesario referirse a los diccionarios en lengua nativa o extranjera y enciclopedias que funjan como instrumento de consulta.
Las labores de corrección pueden encargarse a un corrector externo, en caso de que la editorial no lo posea, sin embargo este recurso no es recomendable ya que la corrección del manuscrito correrá a cargo de una persona ajena a la empresa que no puede coordinar los trabajos de edición, producción y demás.
El corrector es quien recibe las pruebas y las envía al autor, esto crea un gran problema en el caso de que el corrector no sepa desempeñar su trabajo y el autor queda a merced del tipógrafo, el resultado es un alza de costos de producción. Existen dos tipos de pruebas:
· Galeradas: Texto antes de la formación de las páginas.
· Compaginadas: Cuando se hayan incorporado las páginas con su folio correspondiente, son las más costosas.
Es posible que hayan correcciones del autor posteriores al proceso de producción, en este caso se le cobrarán al propio autor.

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